¡De plano nos rompieron los paradigmas! Acostumbrados a creer que la felicidad es una competencia olímpica para tener más, ser más exitoso, sentir más placer y hacer más cosas, ahora los científicos del Laboratorio de Neurociencia Afectiva de la Universidad de Wisconsin nos salen con que el hombre más feliz del planeta es un tipo que vive en una celda de dos por dos, no es dueño ni ejecutivo de ninguna de las compañías del Fortune 500, no tiene relaciones sexuales desde hace más de 30 años, no vive pendiente del celular ni tiene Blackberry, no va al gym ni maneja un BMW, no viste Armani ni Boss, desconoce tanto el Prozac como el Viagra o el éxtasis, y ni siquiera toma Coca-Cola.
En suma: el tipo más feliz del planeta es un pobre diablo sin dinero, éxito profesional, vida sexual, ni popularidad.Su nombre es Matthieu Ricard, occidental por nacimiento, budista por convicción y el único de cientos de voluntarios cuyo cerebro no sólo alcanzó la máxima calificación de felicidad prevista por los científicos (- 0.3), sino que se salió del felizómetro por completo (-0.45). Los 256 sensores y decenas de resonancias magnéticas a las que Ricard se sometió a lo largo de varios años para validar el experimento no mienten: ahí donde los niveles de estrés, coraje y frustración en los meros mortales es muy alto, en la mente de Ricard estas sensaciones negativas no existen. Por el contrario, ahí donde la mayoría de voluntarios mostró bajísimos niveles de satisfacción y plenitud existencial, Ricard se voló la barda en todas y cada una de las sensaciones positivas, dando origen al título de "el hombre más feliz del planeta" ( www.elmundo.es, 22 de abril).Lo paradójico del caso no es que haya un hombre tan feliz, sino que llegó a serlo desprendiéndose de todo aquello en lo que los occidentales suponemos radica la felicidad: fe en un Dios salvador, éxito profesional, pericia científica, dinero, posesiones, fama, placeres, relaciones humanas y consumo, consumo, consumo. Y es que Matthieu Ricard no es ajeno a nada de esto: hijo del miembro emérito de la academia francesa Jean François Revel, Ricard no se dejó deslumbrar por el ateísmo ilustrado de su padre, ni por su fe de nacimiento; tampoco sus estudios de genética celular en el Instituto Pasteur le trajeron la satisfacción deseada. Con el mundo a sus pies y a punto de convertirse en una eminencia científica decidió que por ahí no iba la cosa. Se fue al Himalaya, adoptó el celibato y la pobreza de los monjes, aprendió a leer el tibetano clásico e inició una nueva vida desde cero. Hoy es la mano derecha del Dalai Lama y ha donado millones de euros producto de la venta de sus libros a monasterios y obras de caridad. Pero eso no es la causa, sino la consecuencia de su felicidad.La causa hay que buscarla en otro lado, dice el jefe del estudio, Richard J. Davidson, y no es ningún misterio ni gracia divina: se llama plasticidad de la mente o, dicho en términos menos fufurufos, es la capacidad humana de modificar físicamente el cerebro por medio de los pensamientos que elegimos entretener. Resulta que al igual que los músculos del cuerpo, el cerebro desarrolla y fortalece las neuronas que más utilizamos. A más pensamientos negativos mayor actividad en el córtex derecho del cerebro y en consecuencia, mayor ansiedad, depresión, envidia y hostilidad hacia los demás. O, como quien dice, más infelicidad autogenerada. Por el contrario, quien trabaja por pensar bien de los demás y ver el lado amable de la vida ejercita el córtex izquierdo elevando las emociones placenteras y la felicidad.Pero nadie se vaya con la finta de tanta "felizología" barata que circula por ahí: Ricard advierte que no se trata de decidir ver la vida en rosa de un día para otro, si no de trabajar sistemáticamente en debilitar esos músculos de infelicidad que tanto hemos fortalecido creyéndonos víctimas del pasado, de los padres o del entorno y, en paralelo, comenzar a ejercitar los músculos mentales que nos hacen absolutamente responsables de nuestra propia felicidad (M. Ricard, En defensa de la felicidad, Ed. Urano).Al final, los resultados del estudio vienen a cimbrar los pilares de nuestra civilización consumista -donde el Prozac se vende cuatro veces más que el Viagra- porque confirman, ahora sí con pruebas científicas en mano, lo que humanistas y profetas de todas las épocas han venido diciendo sin que los científicos materialistas les dieran ni poquito crédito. A saber: que la felicidad es un asunto del espíritu que no depende de nada ni de nadie externo a la persona (Buda), que la clave para ser feliz mora en el interior de cada quien (Cristo) y que la felicidad o es un hábito o es el resultado de varios de ellos (Aristóteles). Y si bien Ricard admite que su camino no es más que uno de muchos, advierte que ser feliz necesariamente pasa por dejar de culpar a los demás de nuestra infelicidad y buscar la causa en nuestra propia mente. O, como dice un adagio: "envejecer es obligatorio, madurar es opcional".
jueves, 5 de julio de 2007
Envejecer es obligatorio, madurar es opcional
Mi amigo Nacho me manda esto para adornar el verano...
lunes, 2 de julio de 2007
Las Izquierdas y los Gobiernos
Y no digo las izquierdas y el poder porque a estas alturas una va teniendo claro que las distancias entre los gobiernos y el poder son muchas, y se acuerda de aquello de la microfísica del poder, el policentrismo, las redes y todas esas cosas.
Os vuelvo a recomendar un artículo de mi querido amigo Jose Luis Trasobares, que se aproxima a este tema. Desde luego, daría para mucho, así que no espereis encontrar todo en unas líneas, pero tal como anda la vida, resalto su última frase, como aviso a navegantes: "...salir de la estupefacción, dejar de llorar y volver a la pelea, sin nervios y sin miedo."
Pues eso!.
El estupor de la izquierda ( El Periódico de Aragón - 02/07/2007 )
domingo, 1 de julio de 2007
Una de enlaces
A todos nos llegan un montón de mails con enlaces, más o menos interesantes, de webs, vídeos y demás inventos... Os paso los que he recibido últimamente y que merecen la pena:
* Carlos Mata nos propone ver una noticia sobre la inauguración de la segunda línea de metro en Toulousse:
http://zaragozaciudad.net/expo/2007/062801-inauguracion-de-la-segunda-linea-de-metro-en-toulouse.php
*Pedro Luis Sainz nos habla de vídeos sobre la privatización del agua:
http://www.youtube.com/watch?v=XaTJ-INntdQ&NR=1http://www.youtube.com/watch?v=17_4p4Vhc1M&NR=1http://www.youtube.com/watch?v=g7noJHdZrNo&mode=related&search=http://www.youtube.com/watch?v=UL_4rhdlixM&mode=related&search=http://www.youtube.com/watch?v=tpQKJRUJNmM&mode=related&search=
* Zazu manda a la lista de "Aragón no se vende" un link sobre un estudio de Greenpeace:
* Tony Herrera apunta que si alguien tiene dudas sobre qué pasa con las animales que proporcionan las pieles para los abrigos de las señoras (por decir algo), vea este vídeo:
* Y Estrella nos muestra la web de Amnistía Internacional para firmar contra el muro de Cisjordania
Vosotros / as mismos... Nos sobran los motivos para seguir peleando, así que con alegría... aunque sea veranito!!!!
Serrat y Sabina en Zaragoza
Una fiesta para los sentidos y un paseo por la historia personal de cada cual. Eso fueron las más de dos horas del concierto de anoche de Serrat y Sabina en Zaragoza. Lo cierto es que había que echarle alegría, porque después de haber pagado 39 € por cada entrada, una iba dispuesta a dejarse la garganta pidiendo bises... No hizo falta. El espectáculo de luz, imágenes, sonido y la puesta en escena en general que llevan estos dos pájaros nos dejaron boquiabiertos a unos y a otros.
Y éramos muchos, muchas y muy variados: mientras en las gradas pintaban canas, abajo, de pie y dando botes te podías encontrar a gente que a buen seguro había estado también en el concierto de Maná o Julieta Venegas...
La sesión empezó saludando a los de la "República independiente de Zaragoza" y los de Torrero nos rendimos ya a los encantos de los dos pajarracos. A partir de ahí, unas veces solos, otras a dúo, y la mayoría de las veces versionando los clásicos - muy mejorados, por cierto - , Serrat y Sabina nos fueron llevando por nuestros recuerdos. Porque, ¿quién no asocia sus canciones con aquél amor canalla, ese viaje en tren o con las imágenes de los documentales que nos muestran la transición y los primeros años de la democracia con Serrat y sun canciones en catalán?
Y éramos muchos, muchas y muy variados: mientras en las gradas pintaban canas, abajo, de pie y dando botes te podías encontrar a gente que a buen seguro había estado también en el concierto de Maná o Julieta Venegas...
La sesión empezó saludando a los de la "República independiente de Zaragoza" y los de Torrero nos rendimos ya a los encantos de los dos pajarracos. A partir de ahí, unas veces solos, otras a dúo, y la mayoría de las veces versionando los clásicos - muy mejorados, por cierto - , Serrat y Sabina nos fueron llevando por nuestros recuerdos. Porque, ¿quién no asocia sus canciones con aquél amor canalla, ese viaje en tren o con las imágenes de los documentales que nos muestran la transición y los primeros años de la democracia con Serrat y sun canciones en catalán?
Tras los bises, una versión especial y cantada a dúo de una canción ante lo que no puedo detener el estómago en su sitio, y el muy traidor sube hasta la garganta. "Para la libertad" cerró el espectáculo. Amén
Arriba os dejo unos vídeos, a ver cómo funciona esto de la barra de vídeos
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