Siguen llegando noticias de corrupción, irregularidades y detenciones de responsables, públicos y privados, ligados al ladrillo. El problema no es ya la extensión de estas prácticas -que es dramática -, sino la tolerancia social que en estos momentos todavía existe sobre este tipo de fenómenos. No hay más que ver los resultados electorales del pasado 27 - M.
Si echamos la vista atrás recordaremos que no hace tanto tiempo que con la violencia de género pasaba algo parecido. "Mi marido me pega lo normal" o expresiones parecidas formaban parte de la cotidianiedad. Hoy, afortunadamente, todo esto está cambiando, aunque quede mucho camino por recorrer.
En asuntos del ladrillo, éramos muchos los que hace no tanto dudábamos de que nunca jamás estos temas saltaran a la agenda de los medios de comunicación. Hoy es uno de los grandes temas que protagonizan periódicos y telediarios; no es bastante, pero es un primer paso. Y en esta línea, una consulta imprescindible: El mapa sobre la corrupción que tiene colgado El País en su web :
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