jueves, 18 de octubre de 2007

Esto marcha

Esto de la atomización del poder genera fenómenos curiosos. Precisamente, hoy hablaba de participación ciudadana con unos amigos y salían estos temas. El mundo de la comunicación y el vertiginoso cambio que se va produciendo en las maneras de entendernos y de hacernos oir está modificando nuestra manera de relacionarnos, que en el fondo, es lo que constituye nuestra identidad.... casi nada!.
Un motivo de celebración: el enorme éxito del Blog Action Day el 15 de octubre. Podeis ver la promo que han preparado aquí.
Y un nuevo descubrimiento (para mí, claro) que me envía Carlos: Last.fm ,una plataforma para " saber qué música nos gusta y compartir lo que vayamos descubriendo. También están las listas personalizadas de éxitos, recomendaciones personales, una radio muy especial y mucho más." Gracias, Carlos.

martes, 16 de octubre de 2007

Discurso de Evo Morales

Pedro Luis manda por mail este discurso de Evo Morales ante Naciones Unidas. Dice algunas cosas interesantes (la negrita y la cursiva son mías):

ONU: Respetemos a nuestra Madre Tierra (Evo Morales Ayma)*

- Hermanas y hermanos Presidentes y Jefes de Estado de las Naciones Unidas: El mundo tiene fiebre por el cambio climático y la enfermedad se llama modelo de desarrollo capitalista. Mientras en 10.000 años la variación de dióxido de carbono (CO2) en el planeta fue de aproximadamente un 10 por ciento, en los últimos 200 años de desarrollo industrial, el incremento en las emisiones de carbono ha sido de un 30 por ciento. Desde 1860, Europa y Norteamérica han contribuido con el 70 por ciento de las emisiones de CO2. El 2005 ha sido el año más caluroso de los últimos mil años en el planeta. Diferentes investigaciones demuestran que de 40.170 especies vivas estudiadas, 16.119 están en peligro de extinción. Un pájaro de cada ocho puede desaparecer para siempre. Un mamí­fero de cada cuatro está amenazado. Un anfibio de cada tres puede dejar de existir. Ocho crustáceos de cada diez y tres insectos de cada cuatro están en riesgo de extinguirse. Vivimos la sexta crisis de extinción de especies vivas en la historia del planeta Tierra y, en esta ocasión, la tasa de extinción es 100 veces más acelerada que en los tiempos geológicos.

Ante este futuro sombrí­o, los intereses transnacionales proponen seguir como antes y pintar la máquina de verde, es decir, seguir con el crecimiento y el consumismo irracional y desigual generando más y más ganancias sin darse cuenta de que actualmente estamos consumiendo en un año lo que el planeta produce en un año y tres meses. Ante esta realidad, la solución no puede ser el maquillaje ambiental. Para mitigar los impactos del cambio climático leo en informes del Banco Mundial que hay que acabar con los subsidios a los hidrocarburos, ponerle precio al agua y promover la inversión privada en los sectores de energí­a limpia. Nuevamente quieren aplicar las recetas de mercado y privatización para hacer negocios con la propia enfermedad que estas polí­ticas producen. Lo mismo sucede en el caso de los biocombustibles puesto que para producir un litro de etanol se requieren 12 litros de agua. De igual forma, para procesar una tonelada de agro combustibles se necesita, en promedio, una hectárea de tierra.

Ante esta situación, nosotros -los pueblos indígenas y los habitantes humildes y honestos de este planeta- creemos que ha llegado la hora de hacer un alto para reencontrarnos con nuestras raí­ces, con el respeto a la madre tierra; con la Pachamama como la llamamos en los Andes. Hoy, los pueblos indi­genas de América Latina y del mundo estamos convocados por la historia para convertirnos en la vanguardia de la defensa de la naturaleza y de la vida. Estoy convencido de que la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indí­genas, aprobada recientemente después de tantos años de lucha, tiene que pasar del papel a la realidad para que nuestros conocimientos y nuestra participación nos ayuden a construir un nuevo futuro de esperanza para todos. Quién sino los pueblos indí­genas podemos señalar el rumbo de la humanidad para la preservación de la naturaleza, de los recursos naturales y de los territorios que habitamos ancestralmente.

Necesitamos un golpe de timón de fondo y a nivel mundial para dejar de ser los condenados de la tierra. Los paí­ses del norte tienen que reducir sus emisiones de carbono entre un 60 y un 80 por ciento si queremos evitar que la temperatura de la tierra suba más de 2 grados en lo que queda de siglo provocando que el calentamiento global alcance proporciones catastróficas para la vida y la naturaleza. Tenemos que crear una Organización Mundial del Medioambiente con fuerza vinculante, y disciplinar a la Organización Mundial del Comercio empeñada en llevarnos a la barbarie. Ya no podemos seguir hablando de crecimiento del Producto Bruto Nacional sin tomar en cuenta la destrucción y el derroche de los recursos naturales. Tenemos que adoptar un indicador que permita considerar, de manera combinada, el Índice de Desarrollo Humano y la Huella Ecológica para medir nuestra situación medioambiental. Hay que aplicar fuertes impuestos a la superconcentración de la riqueza y adoptar mecanismos efectivos para su redistribución equitativa.

No es posible que tres familias tengan ingresos superiores al PIB conjunto de los 48 países más pobres. No podemos hablar de equidad y justicia social mientras continúe esta situación. Los Estados Unidos y Europa consumen, en promedio, 8.4 veces más que el promedio mundial. Por ello, es necesario que bajen sus niveles de consumo y reconozcan que todos somos huéspedes de una misma tierra; de la misma Pachamama. Sé que no es fácil el cambio cuando un sector extremadamente poderoso tiene que renunciar a sus extraordinarias ganancias para que sobreviva el planeta Tierra. En mi propio país sufro, con la frente en alto, ese sabotaje permanente porque estamos acabando con los privilegios para que todos podamos "Vivir Bien" y no mejor que nuestros semejantes. Sé que el cambio en el mundo es mucho más difí­cil que en mi paí­s, pero tengo absoluta confianza en el ser humano, en su capacidad de razonar, de aprender de sus errores, de recuperar sus raí­ces y de cambiar para forjar un mundo justo, diverso, inclusivo, equilibrado y armónico con la naturaleza. *Evo Morales Ayma Presidente de la República de Bolivia"

domingo, 14 de octubre de 2007

Sobre el desarrollo sostenible en el Blog Action Day

Lo verde está de moda, es indudable. Todo el mundo habla de sostenibilidad, de medio ambiente, de biodiversidad, de cambio climático, de desarrollo sostenible.... Y en esa amalgama, surgen los debates de siempre: "Sí, vale, pero ¿hablamos todos de lo mismo?", "¿no querrán /querremos maquillar de verde los desaguisados?". Y una empieza a tener esa sensación que le hace pensar en el eterno retorno nietzscheano: de manera diferente, pero todo vuelve...

Hace tiempo que aprendimos que las palabras, como los derechos, no se regalan; se conquistan. Y en un mundo en el que lo público lo hacemos entre todos y todas, las nociones, los conceptos, las palabras y su sentido no escapan a esta dinámica. Por eso, aunque Repsol, Acciona y no sé cuántos bárbaros más de la sostenibilidad hablen de ello, yo no renunciaré a ese concepto. Lo quiero mío y nuestro. No renuncio a desarrollarlo y a imprimirle las subjetividades y las propiedades que me parezcan interesantes. Y espero que vosotros no os rindais tampoco. En esta línea, os copio una párrafo de un articulo de Susan Baker publicado en la revista "Panorama social 2007" bajo el título "Frente al cambio climático: una nueva oportunidad para promover el desarrollo sostenible en la Unión Europea":




Desde la publicación del informe Brundtland, el concepto de
"desarrollo sostenible" ha sufrido una reinterpretación y ahora suele
interpretarse en el marco de un continuum entre modelos débiles y fuertes (...).
He argumentado en otro lugar que Brundtland ofreceun modelo fuerte de desarrollo
sostenible, cuya premisa reside en la creencia de que el mundo industrializado,
al concebir el desarrollo primordialmente como consumo material en constante
expansión, gasta más de lo que precisa para satisfacer sus necesidades básicas.
Este exceso amenaza la base ecológica de los recursos del planeta y la salud del
biosistema. El concepto brundtaliano del desarrollo sostenible se construye, por
tanto, sobre una idea clave: la promoción del desarrollo sostenible en un
sistema ecológico caracterizado por la existencia de recursos finitos requiere
la reducció del creimiento en las sociedades de elevado consumo del Norte, con
el fin de abrir camino al desarrollo "ecológicamente legítimo" del Sur.


Mi más sincera bienvenida a todos los que se incorporan esto de la sostenibilidad, demuestra que vamos ganando, cada vez somos más, nuestro objetivo es que seamos todos... pero la credibilidad de cada cual también está en el tablero de juego, bajo miles de miradas, en esa sociedad relacional que define su realidad desde una pluralidad ingente de posiciones. Por lo tanto, a ser más y mejores, y que cada cual valore las coherencias... incluidas las de los premios Nobel de la Paz.