miércoles, 27 de febrero de 2008

La niña de Rajoy

Mi amiga Pili, a la que he reencontrado por la magia de la red, me envía esto. Gracias, pili.


Hola, soy la niña del ejemplo de Rajoy...
...Es que si él gana:

Se le ha olvidado decir que si mis papás son dos papás o dos mamás, me llevarán lejos de ellos.Que si me quedan asignaturas en el curso donde más abandonos hay, me pasarán a una clase de 'tontos'.Que me podrán meter en la cárcel a los 12 años.Que mis papás tendrán que firmar un contrato de ciudadanos de segunda si no son de aquí, como yo.Que tendré que hacer una cola diferente a la de los enfermos de pago en sus hospitales.Que no podré abortar como si yo fuera dueña de mi cuerpo.Que no me podré casar si me enamoro de otra chica, o adoptar a otros niños y niñas como yo.Que cuando sea viejita, o si estoy muy enferma, no querrá mantener una Ley de Dependencia para que pueda vivir dignamente.Que cuando me muera, lo haré entre horribles dolores porque mi médico no querrá que le persigan como a un asesino.Pero me ha hecho mucha ilusión que Rajoy me mencione en la tele. ¡Gracias, Mariano!

martes, 26 de febrero de 2008

Estos debates nos roban la pasión

Qué original, verdad?. Bueno, en el fondo es una excusa para hablar de lo joven de nuestra democracia y del miedo que tiene la clase política - en abstracto, generalizando y cometiendo injusticias por tanto - en parecer personas humanas.
Los debates suelen gustar porque tienen, además de datos y razón, mucho de pasión, de piel, de energía, de rabia contenida en una mirada... como la política, que combina a la perfección el mundo de las ideas con el sentimiento a flor de piel. Qué sentido tendrían los himnos y banderas si esto no fuera así?.
Pues bien, el formato de debates al que parece que nos van a someter esta campaña nos roba buena parte del argumento, pero sobre todo... nos roban la pasión. Como si la teoría de la elección racional no hubiera sido ya lo suficientemente rebatida, estos debates pautan hasta las miradas para evitar que a uno le pillen en una renuncia.
Pero, ¿a qué vienen tanto miedos?. Si total, las opciones son reducidas, y si hay una buena preparación sería extraño que alguien metiera mucho la pata.... Pero... ay!, ¿y si descubrimos que son humanos?. Que sudan, dudan, tartamudean, no les sale una frase, se cabrean, se emocionan... nos emocionan....
En fin, la democracia española más bien parece un adolescente ruborizado que se esconde cuando ve pasar a la chica que le quita el sueño...

Ah!, y aquí un articulillo para comparar estos debates con los que se hacen en EEUU