sábado, 7 de abril de 2007

La crecida del Ebro y las bulas papales

Con eso de la Semana Santa y de que estamos todos medio fuera de juego, parece que algunos consideran que tienen carta blanca para hacer declaraciones públicas, y luego pasa lo que pasa...
Pasa que ha llegado el deshielo de nieves tardías, que está lloviendo tal como veníamos clamando hace tiempo, y que los ríos mediterráneos, caprichosos e irregulares ellos, crecen y deciden recuperar por unos días, lo que es suyo, su territorio. Y entonces resulta que, de una crecida a otra, han llegado intrusos que han convertido el terreno del río en campos de cultivo, otros que han construido motas y alguno que otro que, sin excesivas licencias o cuidados, decide también construir algo que, bajo el nombre de "cobertizo", saltaría los 40 millones si estuviera aquí en Zaragoza.
Bueno, pues en ese momento, el río decide que con los campos de cultivo no pelea, es más: les aporta enormes beneficios para futuras cosechas - las presentes las pagarán los seguros -; de las motas y defensas decide reirse y plantea que o las van quitando, como suele pasar, o las salta; y respecto a las construciones, depende la bravura que lleve arremeterá contra ellas o no, pero tiene muy claro que le han robado su sitio. Pues eso, eso es lo que está pasando en el Ebro.
Pero mientras tanto, quién sabe si pensando que tienen bula papal en estos tiempos de fervor cristiano, algunos claman por construir nuevas defensas - ¿no han visto lo que han hecho con las que había? -, otros dan gracias porque los embalses estaban allí - está claro que no hay peor sordo que el que no quiere oir - , y algunos otros, que quieren ser originales, hablan de encauzar el Ebro.
Una de las cosas más estupendas que me ha pasado a mí en la Fundación Nueva Cultura del Agua, ha sido conocer a Germán Bastida: un hombre, afincado en Roda de Bará, de una coherencia envidiable, una capacidad intelectual que le permite explicar el mundo y ser feliz, y sobre todo, un amigo de sus amigos... Recurro a él en estos tiempos de confusión, tambores y plegarias, y os ruego que leais este artículo suyo, de hace ya un año, que consigue poner luz entre tanta tiniebla: http://www.unizar.es/fnca/docu/docu115.pdf Gracias, Germán.
Y si quereis ver fotos de la crecida, teneis una galería de imágenes en El Periódico de Aragón: http://www.elperiodicodearagon.com/especiales/crecida_del_ebro/default.asp

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo con tu comentario. Copio y pegomelo en mi blog y, además, te enlazo, que hacen falta más mujeres visibles también en la blogosfera.

Anónimo dijo...

Padre Ebro se ríe de las motas, como se ríe de la inundable Expo y del inutil Azud que estáis haciendo en el Ebro.
¿Cómo se puede criticar a los agricultores por proteger sus cultivos, que les dan de comer, cuándo estáis obrando en el cauce y ocupando cientos de hectáreas con sus respectivas motas?
Cristina, sabes que el azud sirve para amansar las aguas, que las aguas mansas decantan los materiales en suspensión y que en pocos años el fondo del río, bajo la "lámina de agua generada por el Azud" habrá subido varios centímetros. ¿Ya se lo has dicho tú, que igual te hace caso, al único vocal de CHA en el Rabal que no dimitió cuando CHA dio el visto bueno al Azud?
Las actuaciones en el cauce del Ebro a su paso por Zaragoza son cuando menos dudosas:
Ecologistas en Acción se opuso a la Expo en Ranillas, ANSAR al puente del 3er Milenio, pero ambos, igual que la CHA de antes de 2003, se opusieron al Azud. ¿Tú que opinas?

Cristina Monge Lasierra dijo...

Querido anónimo,
opino que me encantaría que el debate generado en torno a este tema se hubiera escuchado más y se hubiera gestionado mejor, pero es lo que hay. En estos momentos creo que lo único posible es permanecer vigilantes a las obras que se hagan (azud y todas las demás) y garantizar que todas se llevan a cabo con los requisitos legales, técnicos y ambientales que marca la legislación; fundamentalmente la Directiva Marco del Agua.
Eso es tarea de todos y todas, así que espero encontrarte (también) en ese camino.
Gracias y un beso,

Anónimo dijo...

Sí, hay invasión de cauces pero sobre todo en Zaragoza se decidió un verdadero despachurramiento de cualquier lógica posible en su expansión, al decidir (hace nada) situar todo un Actur ex-novo sobre las antiguas huertas de la margen izquierda, inundables por las mayores crecidas del río.

Inundables desde siempre